Tú no haces la digestión, la hacen tus bacterias

Tu microbiota es el conjunto de bacterias que habitan en tu intestino, quizás esto ya lo sabes. Pero a lo mejor, lo que no sabes es que tú no haces la digestión cuando comes sino que la hacen tus bacterias.

Por eso, a la hora de elegir lo que comes tienes que pensar en qué es lo que tus bacterias necesitan para poder seguir viviendo, en lugar de elegir lo que comes en función de lo que más te apetezca a tí.

La microbiota está formada por diferentes tipos de bacterias, levaduras, hongos y otros microorganismos que habitan en determinadas proporciones para mantener el equilibrio de la salud.

Cuando este equilibrio se rompe aparace la disbiosis y con ella los problemas intestinales después de comer como tripa hinchada, dolor abdominal, diarreas, estreñimiento, meteorismo; y cuando se agrava más aparecen las intolerancias alimentarias, alergias y sensibilidades a alimentos.

Y si esa disbiosis se mantiene en el tiempo, los efectos negativos se amplian a todo el cuerpo apareciendo demartitis, alopecia, inflamación generalizada, transtornos neuronales y cognitivos como pueden ser fibromialgias, parkinson, alztheimer depresión, ansiedad, cansancio, falta de energía vital, daños hepáticos y cualquier otro síntoma de "origen desconocido".

Pues bien, ese origen no es desconocido porque se encuentra en el desequlibrio de tu microbiota, pero esto, el médico aún no te lo va a decir. La medicina actual aún no tiene en cuenta este potente modulador de la salud porque la medicina actual trata el cuerpo como si estuviera formado por compartimentos independientes.

Nada más lejos de la realidad. Todo está conectado. De hecho se habla del eje cerebro-intestino-microbiota.

Lo mismo ocurre con las enfermedades autoinmunes que también son de "origen desconocido".

Ya se sabe que la microbiota del intestino modula y entrena el sistema inmunitario. Las células del sistema inmunitario bajan hasta el intestino donde hablan y se comunican, con las bacterias que allí habitan y le dan las instrucciones sobre lo que es bueno y malo para el cuerpo.

Una microbiota alterada emitirá señales erroneas y tu sistema inmunitario reconocerá como peligrosos alimentos que antes te sentaban bien o incluso partes de tu propio cuerpo que comenzará a atacar.

¿Por qué ya no puedes comer alimentos que antes comías sin problema? lactosa, glúten, fructosa, pescado, frutos secos, champiñónes.......

¿Por qué tu sistema inmunitario comienza a atacar partes de tu propio cuerpo? Artritis reumatoide, Psoriasis, tiroiditis de Hashimoto, diabetes tipo I, esclerosis múltiple.....

Lo más probable es que tengas una disbiosis. Y te preguntarás
¿Cómo perdí el equilibrio bacteriano?

Hay muchos factores que influyen siendo los más importantes los hábitos alimenticios que has tenido durante toda la vida. 

Si no comes suficiente verdura desaparecerán las baterias que se alimentan de ellas y dejarás de obtener los beneficias que estas bacterias reportan.

Se sabe ya también que el déficit de un determinado tipo de bacterias llamado Akkermansia muciniphila impide la pérdida de peso y favorece la obesidad.

¿Cuántas veces te has puesto a dieta y no has conseguido adelgazar?

Antes de comenzar un régimen de adelgazamiento es importantísimo averiguar en que estado está la microbiota intestinal o de lo contrario puedes perder el tiempo y frustrarte porque por mucho que hagas no consigues resultados. Y además, siempre vuelves a engordar.

El siguiente paso es regular esa microbiota para devolverla a su equilibrio.


Y el tercer paso tener en cuenta, a la hora de elegir lo que comemos, proporcionar los nutrientes que necesitan las bacterias.

Puedes aprender a manejar los alimentos de manera que alimentes a tus bacterias elaborando a la vez platos que a tí también te gusten.

¿Y qué platos son esos, te preguntarás? 

Primero has de saber en qué estado está tu microbiota y a partir de ahí, a cocinar!

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